Por eso, desde La Hacienda del Hogar Gallego, os explicamos algunos de los juegos de boda, donde tanto invitados como la propia pareja de novios, se lo pasaran pipa:
Es unos de los juegos más populares y que nunca defraudan. Con la coordinación de nuestro DJ Edu, los novios asignan una canción a cada mesa y, durante el banquete, cuando empiece a sonar la música y salga esa canción, todos los invitados de la mesa correspondiente tendrán que levantarse a bailar. Al final, los novios decidirán la mesa que mejor lo ha hecho y les recompensará con un premio. ¡Preparaos para reír y mucho!
Es un juego ideal para que personas solteras se conozcan y, quien sabe, surja otra boda. Durante la cena, la novia pide a varias chicas solteras uno de sus zapatos, y se dejan, por ejemplo, en el centro del salón. Entonces, el novio, pedirá a varios amigos solteros que tomen un zapato al azar y que luego busquen a la “Cenicienta”, dueña de ese calzado. Una vez que las parejas se encuentren, todas deberán salir a bailar. ¡Un juego no apto para tímidos!
Este juego permitirá descubrir a los novios qué tanto saben los invitados de ellos. En cada mesa, los novios dejaran una encuesta relacionada con sus gustos, comidas favoritas, pasatiempos…El juego consiste en que los familiares y amigos respondan las preguntas, y una vez finalizada la encuesta, la entreguen a los novios. Ganará la mesa que más aciertos tenga y se llevarán un buen premio ¡Un juego simple y entretenido!
Es una idea muy bonita y que sin duda generará muchas conversaciones sobre el amor tras la boda. Los novios pueden dejar varias cajas o botellas, con diferentes títulos, por ejemplo: 3 meses, 6 meses, 1 año y 2 años. La idea es que los invitados escriban sus consejos, buenos deseos y sugerencias para los novios, pero pensando en él momento que abrirán dicha caja (3 o 6 meses, 1 o 2 años). Entonces, esos mensajes se guardarán en sus correspondientes cajas y los novios deberán abrirlas cuando toque. ¡Para los más románticos!
El juego consiste en dar a 5 invitados, una pinza a cada uno. Ellos serán los primeros en pasar esas pinzas, las tendrán que dejar en la ropa de otro invitado/a sin que estos se den cuenta, ¡nadie querrá la pinza! De esta manera, los invitados que lleven la pinza, en cuanto se den cuenta, la intentarán enganchar en la ropa de otro invitado, pasándose las pinzas de uno a otro durante todo el banquete. Podrán ir dejándolas en las chaquetas, trajes e incluso en los tocados de las invitadas. El final, que los novios definiréis, los 5 invitados que tengan una pinza consigo serán los nominados a la prueba, que será, por ejemplo, bailar una canción en medio del salón… ¡Risas aseguradas!
Aquí juegan los novios. Sentaremos a la pareja espalda con espalda, de manera que no se vean. Luego les quitaremos los zapatos y le daremos a cada uno de ellos un zapato del otro, por ejemplo, el novio llevará en una de sus manos su zapato y en la otra mano, un zapato de la novia. Entonces empiezan las preguntas comprometidas y las respuestas serán siempre el novio o la novia, para que ellos contesten levantando un zapato u otro. Por ejemplo, le preguntamos ¿Quién gasta más dinero de la tarjeta de crédito? O ¿a quién le huelen más los pies? Los novios deberán levantar el zapato según quien piensen que lo hace de los dos, y claro, ¡deberían coincidir! Si coinciden, los invitados tienen que golpear la mesa, y si no coinciden, toca silbar. Si al final han acertado más que fallado, los amigos o familiares que dirigen el juego, suelen recompensarlos con algún premio.
¡Ahora solo queda, reír y divertirse!